Hace unas semanas, Patrick Collison, CEO de Stripe, conversaba con quien probablemente sea el diseñador industrial con más relevancia de las últimas decádas, Jony Ive. En un momento de la charla, Collison le pregunta a Ive si la belleza es subjetiva u objetiva. Esa pregunta es, como muchos sabéis, la misma con la que arranca la sesión de inicio del curso de filosofía como ventaja táctica. Una pregunta a la que le he dado muchas, muchas vueltas. Ive, en su respuesta, hace algo habitual cuando esta cuestión se plantea entre diseñadores: desplazar el foco hacia otra dicotomía la que versa entre la utilidad y belleza. Una disputa antigua que ya Sócrates mantenía con Hipias en un diálogo platónico de final inesperado.
Precisamente por “educado” —tanto formal como informalmente—, el gusto, tan alejado de lo vulgar y tan cercano a lo controlado, elegante, difícil, es tan poderoso como mecanismo de exclusión (de los que no lo tienen, aquél que consideramos el gusto legítimo).
Tal vez esté precisamente ahí ese conflicto con la famosa utilidad, que siempre debe entenderse cómo una pregunta, como utilidad para qué y para quién.
Estoy lejos de pensar que hay gustos buenos y gustos malos. Gustos elevados y gustos bajos. No creo que haya una alta y una baja cultura. Sí que creo que cualquier gusto es siempre un gusto trabajado, educado, experimentado y vivido. Por eso no entiendo que un modelo de lenguaje pueda tenerlo. En cuanto a la utilidad Vs. la belleza, siempre me ha parecido un debate interesado. No puedo estar de acuerdo con Ive cuando dice que si no funciona es feo. Guardo un reloj bellísimo de mi abuelo que hace muuucho que no funciona y por nada del mundo sería más bello si lo arreglase. La utilidad y la belleza son ortogonales.
Si después de un descanso, el domingo siguiente amanece de esta manera, propongo la quincenalidad.
Parálisis por análisis vs. parar para enriquecer.
Necesito una quincena para sumergirme y saborear esta colección de aporías ❤️
La primera es si "versus what" es una forma disimulada de poner ejemplos.
Hablando de gusto, aunque tiendo a entenderlo como subjetivo, acepto que la práctica afina, pero hay personas que vienen con el don en su ADN. Desconocen la duda. Fotógrafos, diseñadores de moda, arquitectos, floristas, escaparatistas, escritores. . . personas que tienen capacidades innatas de intuir, visualizar, crear o percibir.
Querido Máximo, te leo desde hace años, y la reflexión de hoy me parece de las mejores y más acertadas que recuerdo ✨✨ El viernes nos dieron una charla sobre la omnipresente IA y apunté esto que decía uno de los ponentes, que sabe mucho: “La IA no tiene capacidad experiencial, ni la va a tener”. Es el puntito que me da paz y que me hace decirme que, más que asustarnos, toda esta irrupción ha de servirnos para apostar por ser cada vez más humanos y tener mayor y mejor criterio y creatividad. ¡Gracias!
Precisamente por “educado” —tanto formal como informalmente—, el gusto, tan alejado de lo vulgar y tan cercano a lo controlado, elegante, difícil, es tan poderoso como mecanismo de exclusión (de los que no lo tienen, aquél que consideramos el gusto legítimo).
Tal vez esté precisamente ahí ese conflicto con la famosa utilidad, que siempre debe entenderse cómo una pregunta, como utilidad para qué y para quién.
Estoy lejos de pensar que hay gustos buenos y gustos malos. Gustos elevados y gustos bajos. No creo que haya una alta y una baja cultura. Sí que creo que cualquier gusto es siempre un gusto trabajado, educado, experimentado y vivido. Por eso no entiendo que un modelo de lenguaje pueda tenerlo. En cuanto a la utilidad Vs. la belleza, siempre me ha parecido un debate interesado. No puedo estar de acuerdo con Ive cuando dice que si no funciona es feo. Guardo un reloj bellísimo de mi abuelo que hace muuucho que no funciona y por nada del mundo sería más bello si lo arreglase. La utilidad y la belleza son ortogonales.
Has arrancado con la belleza para llevarnos al terreno del gusto y la sensibilidad. Un texto tan complejo como certero.
Justo hoy me he animado a lanzar una reflexión sobre la belleza, que llevaba tiempo posponiendo: https://fcolom.substack.com/p/donde-buscar-la-belleza
Una reflexión que, por cierto, dialoga con la paradoja de Teseo y tu texto «seguir siendo el mismo barco».
Precioso tu texto, Francisco. Me has descubierto un edificio y una comunidad. Mil gracias.
Gracias a ti por tanta inspiración, Máximo
Che, que savoir faire!
Si después de un descanso, el domingo siguiente amanece de esta manera, propongo la quincenalidad.
Parálisis por análisis vs. parar para enriquecer.
Necesito una quincena para sumergirme y saborear esta colección de aporías ❤️
La primera es si "versus what" es una forma disimulada de poner ejemplos.
Hablando de gusto, aunque tiendo a entenderlo como subjetivo, acepto que la práctica afina, pero hay personas que vienen con el don en su ADN. Desconocen la duda. Fotógrafos, diseñadores de moda, arquitectos, floristas, escaparatistas, escritores. . . personas que tienen capacidades innatas de intuir, visualizar, crear o percibir.
Pues acabo de ver un Ted Talk de Yoshua Bengio hablando del AI agency y…. 😳
Habrá que verla
Querido Máximo, te leo desde hace años, y la reflexión de hoy me parece de las mejores y más acertadas que recuerdo ✨✨ El viernes nos dieron una charla sobre la omnipresente IA y apunté esto que decía uno de los ponentes, que sabe mucho: “La IA no tiene capacidad experiencial, ni la va a tener”. Es el puntito que me da paz y que me hace decirme que, más que asustarnos, toda esta irrupción ha de servirnos para apostar por ser cada vez más humanos y tener mayor y mejor criterio y creatividad. ¡Gracias!
Muchas gracias, Ane. Como tú, pienso que todo esto no hará más que reforzar el valor de lo humano. Ojalá.