En el diseño cada acción inicia una reacción. Cada decisión, por insignificante que parezca, desencadena una secuencia que se despliega más allá de lo que imaginamos. Esta es la verdadera naturaleza del diseño: no es solo el acto de crear, es también el tramado de conexiones, patrones, efectos y transformaciones que se extienden más allá de nuestra visión inmediata. Cada elección, cada línea trazada, cada interacción pensada es un acto de responsabilidad hacia el conjunto de lo que esa acción puede llegar a generar.
Me ha gustado mucho la reflexión, Máximo. ¿Cuál crees que sería el papel de la belleza en esa triada de eficacia, eficiencia y efectividad? ¿Dónde la situarías?
¡Qué buena pregunta, Francisco! Dese mi punto de vista, la belleza va por otra vía complementaria y ortogonal. No entiendo la belleza como el polo opuesto de la funcionalidad, sino como vivencia. La belleza tal y como yo la entiendo es el fruto de una relación singular entre un sujeto y una otredad. Para mí la belleza no se encuentra en el objeto diseñado ni en el sujeto, sino en el espacio/momento en el que se relacionan. En ese sentido, una belleza no muy distinta del enamoramiento.
Me ha gustado mucho la reflexión, Máximo. ¿Cuál crees que sería el papel de la belleza en esa triada de eficacia, eficiencia y efectividad? ¿Dónde la situarías?
¡Qué buena pregunta, Francisco! Dese mi punto de vista, la belleza va por otra vía complementaria y ortogonal. No entiendo la belleza como el polo opuesto de la funcionalidad, sino como vivencia. La belleza tal y como yo la entiendo es el fruto de una relación singular entre un sujeto y una otredad. Para mí la belleza no se encuentra en el objeto diseñado ni en el sujeto, sino en el espacio/momento en el que se relacionan. En ese sentido, una belleza no muy distinta del enamoramiento.
Gracias, Máximo. ¡Esto da para varios posts!
Me quedo con dos cosas. Pensar es vivir por adelantado.
Y cuanta poesía en la Sosegá ❤️
Que bonito toooooo! Muy efectivo Máximo 😃😍