Leó Szilárd fue posiblemente el primer científico que pensó seriamente diseñar bombas atómicas. Lo hizo tras leer una novela de ciencia ficción de H. G. Wells llamada “The World Set Free”. Fue Szilárd quien concibió la idea de la reacción en cadena, que es la secuencia de reacciones adicionales en cascada que posibilita el despliegue energético de una reacción nuclear. Resulta que un científico húngaro lee en Londres una historia sobre el arma más destructiva jamás creada y trece años después, un cuarto de millón de personas mueren en dos ciudades de Japón.
Muy valioso para quienes piensan tener el control absoluto de aquello que diseñan, especialmente en productos digitales. Diseñamos y, en función del efecto generado, vamos tomando nuevas decisiones de diseño. Está bien así.
Creo que tu reflexión genera una pregunta interesante: si la cadena de consecuencias de lo que diseñamos es en buena medida impredecible e incontrolable, ¿dónde está el límite de nuestra responsabilidad sobre aquello que diseñamos y donde nos convertimos en una marioneta más del efecto mariposa?
En cualquier caso, y hablando de cosas importantes, conviene echarle una hojita de laurel a las lentejas.
Mi interés va en pensar si tiene sentido establecer un procedimiento o un criterio que reduzca esa incertidumbre. Introducir un criterio de prudencia, de responsabilidad que frene el “go fast and break things” que ha tenido y tiene consecuencias nefastas muchas veces. Quizá podemos ya prescindir del romper cosas, del fallar rápido, del fake it until you know it… quizá haya que pararse un tiempo y trabajar en comprender lo que uno está haciendo en lugar de echar pa'lante fingiendo y rompiendo cosas por el camino.
En cualquier caso, siempre un poco de comino que le da un no sé qué, que qué sé yo.
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Muy valioso para quienes piensan tener el control absoluto de aquello que diseñan, especialmente en productos digitales. Diseñamos y, en función del efecto generado, vamos tomando nuevas decisiones de diseño. Está bien así.
Creo que tu reflexión genera una pregunta interesante: si la cadena de consecuencias de lo que diseñamos es en buena medida impredecible e incontrolable, ¿dónde está el límite de nuestra responsabilidad sobre aquello que diseñamos y donde nos convertimos en una marioneta más del efecto mariposa?
En cualquier caso, y hablando de cosas importantes, conviene echarle una hojita de laurel a las lentejas.
Mi interés va en pensar si tiene sentido establecer un procedimiento o un criterio que reduzca esa incertidumbre. Introducir un criterio de prudencia, de responsabilidad que frene el “go fast and break things” que ha tenido y tiene consecuencias nefastas muchas veces. Quizá podemos ya prescindir del romper cosas, del fallar rápido, del fake it until you know it… quizá haya que pararse un tiempo y trabajar en comprender lo que uno está haciendo en lugar de echar pa'lante fingiendo y rompiendo cosas por el camino.
En cualquier caso, siempre un poco de comino que le da un no sé qué, que qué sé yo.