Imagina un cubo lleno de arena seca de playa. Imagina que te digo: “Dentro de este cubo hay un diamante. Tan solo has de meter la mano y será tuyo.” Imagina que confías en mí, introduces la mano en la arena cálida y al momento tu dedo índice nota un borde afilado mucho mayor que cualquier grano de arena. Ayudándote del pulgar, pellizcas lo que intuyes es una forma angulosa y al sacar la mano compruebas con sorpresa que, efectivamente, es un diamante.
Es que la lectura (y especialmente la de los clásicos, dadas sus características) debería ser un camino, una senda por la que transitamos una tarde ociosa disfrutando del color de las hojas caídas, del trino de los pájaros, de la tibieza del sol de atardecida.
El que espera encontrar coordenadas, como tú bien dices, no es un lector, sino un náufrago.
¡Hola, Máximo! Toda la razón en la introducción. Desde hace un par de años estoy leyendo clásicos (Dostoyevsky, Stendhal, Flaubert…) y al principio me costó dejarme caer en la lectura, tenía la sensación de leía y “no pasaba nada”. Al final aprendí a dejarme mecer por las historias y las palabras :)
Creo que el ser humano nunca ha perdido el afán de encontrar respuestas en la literatura, más bien ha perdido la paciencia de encontrarlas en las preguntas, y estas nunca están escritas de antemano. Gracias por un nuevo diamante, Mr Gavete
Es que la lectura (y especialmente la de los clásicos, dadas sus características) debería ser un camino, una senda por la que transitamos una tarde ociosa disfrutando del color de las hojas caídas, del trino de los pájaros, de la tibieza del sol de atardecida.
El que espera encontrar coordenadas, como tú bien dices, no es un lector, sino un náufrago.
Me ha encantado esta edición.
Bellas palabras, Emi
¡Hola, Máximo! Toda la razón en la introducción. Desde hace un par de años estoy leyendo clásicos (Dostoyevsky, Stendhal, Flaubert…) y al principio me costó dejarme caer en la lectura, tenía la sensación de leía y “no pasaba nada”. Al final aprendí a dejarme mecer por las historias y las palabras :)
“Dejarme caer en la lectura” es justo eso lo que hay que hacer con los clásicos.
Me hiciste pensar en mapa y territorio.
Sobre lo diferentes que pueden ser nuestras montañas y diamantes.
Un abrazo 🤗
Geniales siempre tus cartas. Gracias!
Creo que el ser humano nunca ha perdido el afán de encontrar respuestas en la literatura, más bien ha perdido la paciencia de encontrarlas en las preguntas, y estas nunca están escritas de antemano. Gracias por un nuevo diamante, Mr Gavete
Eres un optimista, Iván :)
Optimista y cínico, qué nos queda :D