Piensa conmigo: ¿es la felicidad el objetivo máximo que debemos alcanzar?, ¿es ser feliz aquello a lo que debemos aspirar?, ¿hay que evitar la infelicidad a toda costa? Tómate tu tiempo para responder. La mayoría contestan que sí a estas preguntas. Yo no lo tengo tan claro.
Esta mañana, leí tu reflexión, Máximo. Como dijiste que nos tomáramos nuestro tiempo para contestar las tres preguntas que nos haces, así lo he hecho. Ahora te las respondo.
1.¿Es la felicidad el objetivo máximo que debemos alcanzar?
Contestar con una pregunta ¿sirve como respuesta? Porque: qué es la felicidad. Creo que mi objetivo máximo es educar a mis hijos para que un día se sientan libres, seguros de sí mismos y sepan elegir aquello que les hace crecer y mejorar.
2. ¿Es ser feliz aquello a lo que debemos aspirar?
Para mí la respuesta no es tan sencilla. No la puedo responder con un sí o un no, porque la felicidad en esta vida es muy efímera. Son solo instantes, segundos de plenitud. El resto del tiempo deberíamos estar dispuestos a sobrellevar los obstáculos que se nos presentan el camino.
3. ¿Hay que evitar la infelicidad a toda costa?
La infelicidad es un estado casi permanente. Nunca estamos satisfechos del todo. Siempre falta algo, y además, lo asociamos a lo físico y material. Anhelamos lo que otros tienen y seríamos felices si lo tuviéramos .
Desde mi humilde opinión, la infelicidad o insatisfacción nos debería servir de impulso para esforzarnos más, ¿por qué nos empeñamos tanto en rechazar sentimientos negativos? La tristeza, la melancolía, el enfado nos remueven por dentro, las lágrimas nos limpian el alma. El conjunto nos impulsa como un trampolín para armarnos de valor y afrontar esos retos.
🤣🤣🤣🤣🤣. Máximo! Ya me he pasado de caracteres 🤣🤣🤣🤣🤣.
Ains, ¡pero qué pedazo de respuesta! Además, estoy muy de acuerdo contigo. No son preguntas sencillas de responder. Gracias por tomarte tu tiempo en reflexionar sobre ellas y responderlas haciendo esta Honos aún más completa.
Esta mañana, leí tu reflexión, Máximo. Como dijiste que nos tomáramos nuestro tiempo para contestar las tres preguntas que nos haces, así lo he hecho. Ahora te las respondo.
1.¿Es la felicidad el objetivo máximo que debemos alcanzar?
Contestar con una pregunta ¿sirve como respuesta? Porque: qué es la felicidad. Creo que mi objetivo máximo es educar a mis hijos para que un día se sientan libres, seguros de sí mismos y sepan elegir aquello que les hace crecer y mejorar.
2. ¿Es ser feliz aquello a lo que debemos aspirar?
Para mí la respuesta no es tan sencilla. No la puedo responder con un sí o un no, porque la felicidad en esta vida es muy efímera. Son solo instantes, segundos de plenitud. El resto del tiempo deberíamos estar dispuestos a sobrellevar los obstáculos que se nos presentan el camino.
3. ¿Hay que evitar la infelicidad a toda costa?
La infelicidad es un estado casi permanente. Nunca estamos satisfechos del todo. Siempre falta algo, y además, lo asociamos a lo físico y material. Anhelamos lo que otros tienen y seríamos felices si lo tuviéramos .
Desde mi humilde opinión, la infelicidad o insatisfacción nos debería servir de impulso para esforzarnos más, ¿por qué nos empeñamos tanto en rechazar sentimientos negativos? La tristeza, la melancolía, el enfado nos remueven por dentro, las lágrimas nos limpian el alma. El conjunto nos impulsa como un trampolín para armarnos de valor y afrontar esos retos.
🤣🤣🤣🤣🤣. Máximo! Ya me he pasado de caracteres 🤣🤣🤣🤣🤣.
Te mando un abrazo
Gracias por tus reflexiones.
Ains, ¡pero qué pedazo de respuesta! Además, estoy muy de acuerdo contigo. No son preguntas sencillas de responder. Gracias por tomarte tu tiempo en reflexionar sobre ellas y responderlas haciendo esta Honos aún más completa.
Un fuerte abrazo, Elisa!
Ando a vueltas con las ideas de propósito y uso, y el tema de la felicidad acaba apareciendo por la tangente.
Sobre la felicidad, ando inmerso en Sara Ahmed y, aunque no haya leído este todavía, sin duda puedo recomendarlo: https://www.dukeupress.edu/the-promise-of-happiness
La promesa de la felicidad de Ahmed es una grandísima lectura. Yo he comenzado ahora “Maestros de la felicidad” de Rafael Narbona