Técnicamente, el que va en el tren soy yo de vuelta a Barcelona, pero tanto tren estas semanas —encima este va con retraso— me ha recordado algo y me he lanzado a escribir aún con la inercia en el cuerpo de la tercera clase del curso de filosofía.
Me ha encantado cómo ilustras esas diferencias terminológicas y filosóficas. (Ojalá se pueda plantear el curso de filosofía como el que dará Elena Madrigal, agrupando sesiones, ya que así sería más sencillo para los que somos de provincias).
Es muy relevante la diferencia entre «experimentar» y «vivir» (o «vivenciar»: genial el neologismo), porque implica todo un grado de inmersión en las actividades, o bien llevarlas a cabo desde una perspectiva menos implicativa. El hecho de que «aventurar» se haya terminado asimilando tanto a experimentar como a vivir algo es casi un empobrecimiento de las cosas, una falta de atención.
"traducir es, por tanto, también crear"
Sin duda. Pero siempre traicionando un poco al original. Por eso los italianos dicen "traduttore, traditore".
Interesante entrada.
Me ha encantado cómo ilustras esas diferencias terminológicas y filosóficas. (Ojalá se pueda plantear el curso de filosofía como el que dará Elena Madrigal, agrupando sesiones, ya que así sería más sencillo para los que somos de provincias).
Es muy relevante la diferencia entre «experimentar» y «vivir» (o «vivenciar»: genial el neologismo), porque implica todo un grado de inmersión en las actividades, o bien llevarlas a cabo desde una perspectiva menos implicativa. El hecho de que «aventurar» se haya terminado asimilando tanto a experimentar como a vivir algo es casi un empobrecimiento de las cosas, una falta de atención.
En realidad en el tren iban 5 filósofos. El quinto además es diseñador 😉