Entre la cobardía y la temeridad se alza la valentía. Entre la indulgencia y la insensibilidad habita la templanza. Está el ingenio entre el aburrimiento y la bufonada. Entre lo recatado y lo ostentoso, la magnificiencia. Y entre la pasividad y la impulsividad descansa la paciencia. Todas ellas: valentía, templanza, ingenio, magnificiencia, paciencia y también justicia y también honestidad son virtudes y es la prudencia quien las gobierna.
Muchísimas gracias por la recomendación, de verdad.
Me ha gustado mucho esta carta. Creo que esas virtudes, que deberían ser cardinales, son lo que nos conduce a una «vida buena» (que no a una «buena vida», aunque suene similar). Y, sin embargo, las apartamos en favor de conceptos ordinarios que se quedan en lo superficial.
Como en la primera recomendación, va siendo hora de (des)banalizar las buenas virtudes y tomarlas como referentes, no solo como temas ociosos.
Hoy estás sublime con la reflexión 🖤.
Un abrazo, Cuca 🤗
Muchísimas gracias por la recomendación, de verdad.
Me ha gustado mucho esta carta. Creo que esas virtudes, que deberían ser cardinales, son lo que nos conduce a una «vida buena» (que no a una «buena vida», aunque suene similar). Y, sin embargo, las apartamos en favor de conceptos ordinarios que se quedan en lo superficial.
Como en la primera recomendación, va siendo hora de (des)banalizar las buenas virtudes y tomarlas como referentes, no solo como temas ociosos.
Aristóteles estaría de acuerdo contigo. Te mando un abrazo.
Estás en estado de gracia, Máximo. Buenísima reflexión.
Gracias, Óscar 😊