Parece inútil detenerse en cada palabra, cuidar con mimo cada acepción. Parece inútil desear los buenos días a quien apenas conoces. Parece inútil silbar. Parece inútil seguir paseando de la mano de nadie y sin rumbo mientras el cielo se hace bola de golpe y sabes con certeza que todo (tú también) acabará inundado. Parece inútil madrugar si nadie te obliga a ello. Parece inútil hacer la cama, vestir la mesa, releer aquellos versos que ya leíste ayer y antes de ayer y el año pasado también y que ahora no citaré. Parece inútil perder el tiempo esperando. Parece inútil coser un roto. Parece inútil coleccionar bolas de nieve, figuras de Batman, lápices blandos 8B. Parece inútil aplaudir a quien llega último. Parece inútil la compasión. Parece inútil desear suerte, dar ánimos, preguntar “¿estás bien?”. Parece inútil la luz de tarde que gotea rojiza sobre la vidriera del bazar. Parece inútil la frase anterior. Parecen inútiles cuatro horas de sobremesa, dos de siesta, merendar. Parece inútil. Parece inútil porque lo es. No hay utilidad que valga más que el valor de la belleza, ni economía que sepa contar el valor de una poesía. Arrójense ellos a los brazos del interés, que yo me postro ante lo que ante mí se alza, lo relevante, lo valioso. Sean ellos siervos de lo que sirve, útiles de lo útil, que yo escojo a quien ni sirve ni es servil, señora de sí misma: la inutilidad.
Parece inútil desear suerte, dar ánimos, preguntar “¿estás bien?”.
Buenos días, Máximo. Me quedo con esto. Es simple, sencillo, pero quizá lo más importante. Cuántas veces pasamos al lado de alguien sin preguntar, sin escuchar, sin fijarnos siquiera en si está bien o no.
Muchas gracias por tus simpáticas palabras, Máximo. Aprecio a los que contribuyen belleza, perspectivas consideradas y auténticas, y que me dejan pensar.
Parece inútil desear suerte, dar ánimos, preguntar “¿estás bien?”.
Buenos días, Máximo. Me quedo con esto. Es simple, sencillo, pero quizá lo más importante. Cuántas veces pasamos al lado de alguien sin preguntar, sin escuchar, sin fijarnos siquiera en si está bien o no.
Gracias.
Un abrazo.
Estar cerca. Ser cercanos a los otros. Muy necesario.
Te mando un abrazo
Qué forma tan maravillosa de alabar la inutilidad.
Qué refrescante reflexión para este domingo.
Buen día, Máximo.
Gracias, Cuca. Te deseo un domingo pleno de inutilidades.
Que maravilla de reflexión, y más para un domingo , taaan domingo
También son inútiles los domingos. Te mando un abrazo, Rocío.
Me ha encantado, Máximo. Enhorabuena.
Un abrazo, Oscar!
Que bonito. Gracias
Me ha gustado mucho la reflexión de Diego, ¡gracias!
Es que Diego es un Sol
Muy bonito y bien escrito, Máximo. Descubrí tu newsletter hoy a través de Carlos Sánchez en Twitter. Gracias por tus reflexiones y perspectivas.
Gracias, Kat. Es un honor viniendo de alguien que escribe tan bien como tu. Te mando un abrazo y otro para Carlos.
Muchas gracias por tus simpáticas palabras, Máximo. Aprecio a los que contribuyen belleza, perspectivas consideradas y auténticas, y que me dejan pensar.