Honos 161. La calidad es un accidente.
La Reflexión
La calidad es un accidente.
Hay una cita que regularmente se le atribuye al escritor John Ruskin que dice: “La calidad nunca es un accidente, siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia”. Bueno, aún entendiendo el espíritu de la cita y la intención de quien la escribiera, fuera Ruskin o no, hoy vengo a decir justo lo contrario: la calidad es un accidente.
Que tal afirmación nos choque es totalmente esperable y se debe a que hemos olvidado que “accidente” significa “aquello que acaece, que sucede”. Sin más. Por un lado, está aquello que son las cosas, por otro, lo que le pasa a las cosas. Es por esto que la calidad es un accidente que le sucede a un objeto, producto, servicio… La calidad no es lo que el objeto, producto o servicio es, sino algo que le pasa, algo que le acontece.
En diseño, tecnología, innovación y otras profesiones similares, hablamos constantemente de calidad. La calidad es algo que buscamos y en lo que trabajamos constantemente. Es un horizonte al que miramos, un límite al que aproximarnos. ¿Desde cuándo esto es así? ¿Quién fue la persona que creó y definió por primera vez la calidad? Pues ya os digo —oh, sorpresa— que fue un filósofo. Precisamente, el filósofo con el que empezó todo: Platón.
La filosofía, sus autores, han generado muchos de los conceptos con los que trabajamos en nuestro día a día. Así pues, es Platón quien nos pone en la conversación sobre la relación entre belleza y utilidad, Marx quien define la idea de producto tal y como la entendemos hoy, Ortega quien inventa la palabra vivencia… y un largo etcétera de conceptos similares. Calidad es uno más de ellos.
A nosotros nos llega la palabra calidad, del latín qualitas. Fue esta la palabra que propuso Cicerón (otro filósofo) para la idea de ποιότης1 (calidad) que tenían los griegos y que había definido inicialmente Platón y posteriormente desarrollado Aristóteles. Nótese que calidad y cualidad son el mismo término, aunque ahora los dotemos de connotaciones distintas.
Entonces, ¿qué es la calidad? Pensemos, por ejemplo, en un tomate y en su calidad. Para saber si un tomate es un tomate de calidad, lo que necesitamos inicialmente es saber si es un tomate. Es decir, previamente a hablar sobre su calidad, tenemos que hablar sobre su esencia. Los tomates (y el resto de cosas) primero son y luego tienen accidentes, sucesos. Es por esto que la calidad es un suceso que solo tiene sentido posteriormente a la esencia, a la substancia. Un tomate tiene que ser tomate para ser un tomate de calidad. Esto, que parece de Perogrullo, veremos que es problemático en nuestro trabajo en diseño.
Supongamos que sí, que ya sabemos que es realmente un tomate y no una patata, ¿cómo sabemos ahora que lo es de calidad? La calidad es el grado en que las propiedades de lo que entendemos por tomate suceden, acaecen en ese tomate concreto. Podríamos decir que la calidad de ese tomate es cuánto de tomate hay en él o cómo de tomate es. Lo que entendemos por tomate bien puede ser una idea absoluta de la que los tomates participan (esto diría Platón) o que es el hábito y la costumbre las que nos han enseñado qué es un tomate (esto diría Aristóteles).
La cosa es, que aunque discutamos a veces sobre si un tomate es una fruta o no, cualquiera sabe reconocer lo que es un tomate y, además, establecer el grado de su calidad. Es algo fácil ahora, aunque para un europeo del 1500 d.C quizá no era tan sencillo. Para él, era algo nuevo, exótico, que no sabía valorar, es decir: establecer en una escala de grados de valor. Lo que para alguien de la cultura nahuatl era sencillo porque llevaba cultivando y comiendo tomates desde generaciones, para un europeo era aún complicado. Saber reconocer la calidad de algo, lleva tiempo. No es inmediato. Se necesita del hábito, la educación y la costumbre.
¿Y en el producto digital?, ¿cómo sabemos el grado de calidad que tiene aquello que diseñamos?, ¿podemos? Yo diría que estamos como ese europeo del siglo XVI que prueba el tomate por primera vez. Aún estamos aprendiendo a valorar la calidad de algo nuevo. Además, con una dificultad añadida: lo que consideramos producto digital muta y evoluciona a más velocidad que lo hace un tomate. Lo cual provoca que nuestra escala caduque rápidamente teniendo que crear otra nueva sin que el hábito se haya hecho asentado. Es como si constantemente tuviéramos que redefinir lo que es tomate. Es una tarea imposible, como hemos visto, valorar la calidad de algo si no sabemos qué es ese algo previamente. Si, como hemos dicho, la calidad es el grado en que las propiedades de lo que entendemos por X acaecen en un X concreto, definir qué es X es imperativo para empezar a hablar de calidad. ¿Podremos echar el freno a la mutabilidad del producto digital o es algo que reside en su propio ser? Si resulta ser lo segundo, necesitamos una nueva manera de medir el grado de valor. La calidad no nos sirve si necesita de una calma y de un tiempo que lo digital no tiene.
Los Enlaces
→ El diseño y la calidad
David de la Iglesia, Head of design en Mercadona Tech, escribe sobre si el diseño es sinónimo de calidad en este, más que interesante post en Medium. Un buen artículo sobre la relación entre el diseño de producto (digital) y la idea de calidad más allá de la pantalla. Me ha hecho pensar sobre ello y escribir la reflexión que inicia esta edición. Gracias, David.
→ Los ‘chicos del coro’ de la inteligencia artificial
Ariel Guersenzvaig y Ramón Sangüesa escriben un excelente artículo para la agencia SINC donde aportan claves sobre las expectativas desmesuradas, los titulares estrambóticos y los palmeros (o chicos del coro) de la inteligencia artificial. Las IA tienen un papel relevante en nuestras vidas hoy mismo. No son cosa del futuro. No son algo por llegar, sino una tecnología que ya usamos para determinar decisiones tan importantes como la del riesgo de reincidencia de un recluso que solicita la libertad condicional. Pero esto no es algo que nos haya pasado: no es una tecnología alienígena que nos haya invadido. El uso de IA es algo que, como humanos, hemos creado y decidido emplear para bien o para mal. Somos los humanos quienes tenemos el mérito o el demérito de las capacidades de las IA. Como no podía ser de otro modo, claro está. Por favor, dejemos de hablar y escribir de las inteligencias artificiales y de las redes neuronales como si fueran algo inevitable y autónomo y legislemos su utilización.
→ Encuesta sobre el estado de los sistemas de diseño
Quinta edición de la encuesta de Sparbox sobre el estado de los sistemas de diseño, su uso y mantenimiento por parte de los equipos de diseño de distintos verticales e industrias. Para mi gusto sigue habiendo demasiado desequilibrio en el número de personas de diseño y personas de desarrollo. Por no hablar de que los sistemas de diseño se estén quedando solo para estos dos tipos de perfiles dentro de las compañías ¿Por qué marketing y branding no están incorporándose como usuarias de los DS?
→ Consistencia Vs. flexibilidad
También de la gente de Sparkbox, este artículo sobre cómo la flexibilidad no está reñida con la consistencia a la hora de crear un sistema de diseño. Para salirse de esta cadena de montaje en la que se ha convertido la creación de un sistema de diseño, hay que levantar la cabeza, mirar fuera de la pantalla de Figma o Sketch y entender que las empresas son mucho más que lo que llamamos “digital”. Los sistemas de diseño tienen que dar cabida a muchos otros aspectos y necesidades de las marcas a las que sirven. Viene bien recordar que la consistencia y la coherencia no están reñidas con la versatilidad y la flexibilidad, sino con disonancia y el desequilibrio.
→ La Product Conf
Todos los vídeos de la pasada edición de La Product Conf celebrada el pasado mes en Madrid. Tuve la suerte de estar por allí y disfrutar de las charlas y las conversaciones con compañeras del sector. Os recomiendo especialmente tres charlas que yo disfruté:
La de Gloria Langreo hablando de ética en la gestión de producto y uso de herramientas.
La de José R. Pérez del equipo de Mercadona Tech sobre distintos tipos de cultura de producto en las empresas y cómo identificar cuál es la tuya.
La de Vanesa Tejada (inglés) sobre la importancia que tiene producto como apoyo a equipos de soporte y el impacto que tiene en el usuario final.
→ Personalsit.es
Personalsit.es es una galería de websites personales. Si estás pensando en rediseñar tu sitio personal y necesitas referencias e inspiración, echa un vistazo porque tiene mucha variedad y te puede dar muchas ideas. Ojalá estuviera más categorizada o etiquetada para poder explorar con más comodidad.
→ Teixeira Design Studio
¿Queréis saber de verdad qué es la calidad? Aquí un ejemplo. Enamorado estoy con las mesas y sillas del estudio portugués Teixeira Design Studio. Esas curvas en la madera me han tocado la patata. Los detalles de cómo se unen las distintas piezas y el contraste de materiales aportan una calidez y confort insuperables. Ojalá encuentre quien las produzca porque aquí tendría un comprador.
Si has llegado hasta el final y te ha gustado esta edición, me harías muy feliz compartiéndola y dándola a conocer.
Si ya eres parte de la comunidad de Honos y quieres contribuir para que pueda seguir escribiendo y enviando la newsletter cada semana, puedes hacerlo vía ko-fi y te estaré muy agradecido. Gracias a las más de 160 personas que me apoyan allí.
Van 406 cafés hasta la fecha. Me va a dar algo ;)
Se despide con una sonrisa honesta, Máximo, diseñador, aprendiz de newslettero y hoy como en casa de mi suegra que creo que ha hecho tortilla de patatas y eso sí que es calidad de la buena!
¡Salud y diseño!
En número #161 de Honos ha sido escrito mientras escuchaba:
In remembrance of JÓHANN JÓHANNSSON: ‘VIRÐULEGU FORSETAR’
ποιότης: se lee poiotes. Y, sí, te puedes reír. Eso es que aún llevas un niño dentro que se ríe con esas cosas ;)