Escribo esta edición desde un pequeño hostal en un no tan pequeño pueblo del interior de Andalucía. Un compromiso familiar me ha secuestrado hasta aquí. No es uno de esos hostales boutique a los que llamaríamos “con encanto”. No es tampoco el bucólico decorado de ensueño de ninguna *instagramer* enamorada de lo rural. Es un hostal limpio, silencioso, tiene un precio justo, la ducha tiene presión y el agua sale caliente. Esto último son dos lujos que suelen escasear en las enrevesadas y absurdas duchas sobrediseñadas de muchos hoteles con cinco estrellas.
Honos 133. El hostal hostil
Honos 133. El hostal hostil
Honos 133. El hostal hostil
Escribo esta edición desde un pequeño hostal en un no tan pequeño pueblo del interior de Andalucía. Un compromiso familiar me ha secuestrado hasta aquí. No es uno de esos hostales boutique a los que llamaríamos “con encanto”. No es tampoco el bucólico decorado de ensueño de ninguna *instagramer* enamorada de lo rural. Es un hostal limpio, silencioso, tiene un precio justo, la ducha tiene presión y el agua sale caliente. Esto último son dos lujos que suelen escasear en las enrevesadas y absurdas duchas sobrediseñadas de muchos hoteles con cinco estrellas.