La Reflexión
La palabra es cataclismo
Podríamos usar desgracia, desastre, catástrofe o calamidad; podríamos usar desdicha, tragedia e incluso infortunio; podríamos decir crisis, ruina o tal vez accidente, pero la palabra exacta, la que designa con acierto, dando en el centro de la diana, es cataclismo.
Cataclismo viene del latín cataclysmus, y este del griego κατακλυσμός (kataklysmos), término que significa inundación, diluvio y formado por la raíz kata (volteado, hacia abajo) y klusmos (acción de mojar). Un cataclismo es, en su primera acepción, una inundación. Y aun siendo esto así, sucede que las palabras tienen el arrojo de no mantenerse en la literalidad y ansían siempre más de un alcance. La palabra cataclismo aspira a más, demanda más.
Leemos en el diccionario de la Real Academia Española la segunda acepción de cataclismo y dice así: “Gran trastorno en el orden social y político.” Un cataclismo no es solo el agua que lo inunda todo, la riada, la crecida, sino también la toma de conciencia y la consecuente transformación del tejido social y político. Todo cataclismo es también un cataclismo interior. Por encima de aquellos dirigentes negligentes, increpadores del fango verbal, un pueblo que arrima el hombro, se crece y palada a palada, limpia las calles del fango real. Tras la riada literal, una riada de ayuda.
Cuando el agua de la inundación baje, cuando la primera definición de la palabra cataclismo ya no aplique, que sea la segunda la que tome la voz y exija ser escuchada. Cuando ya no haya más cadáveres que levantar, levántese el pueblo, descansen los muertos y álcense los vivos gritando ¡Cambio!, gritando ¡Cataclismo!
Los enlaces
→ Cómo ayudar a las personas afectadas por la Dana
Cruz Roja Española ha habilitado una página de donaciones.
Cáritas ha lanzado una campaña de recaudación de fondos.
En esta página en Notion tienes muchas más iniciativas abiertas para colaborar de distintas maneras.
El número #243 de Honos ha sido escrito mientras escuchaba:
The Poetry of Earth (Geophony) — Max Richter
Se despide con una sonrisa honesta, Máximo, diseñador, aprendiz de newslettero y triste y enfadado.
¡Salud y diseño!
Cuando el agua de la inundación baje, cuando la primera definición de la palabra cataclismo ya no aplique, que sea la segunda la que tome la voz y exija ser escuchada. Cuando ya no haya más cadáveres que levantar, levántese el pueblo, descansen los muertos y álcense los vivos gritando ¡Cambio!, gritando ¡Cataclismo!
Suscribo cada palabra.
Qué bonito texto. Qué triste suceso. Gracias por ponerle palabras.