Uno no sabe bien por qué, pero hay épocas en las que el sí se impone al no. A uno le proponen cambiar de hábitos y se sorprende respondiendo “sí”, le sugieren cambiar de ruta y responde “desde luego”, de método y responde “por descontado” ¡Yo, que por lo general suelo vivir acurrucado en el no! El no te resguarda, es cálido y te abriga: el no viene forrado de borreguito.
A mí me cuesta decir 'no', me sale el 'sí' demasiado rápido 😅.
Gracias por la reflexión. Me ha encantado lo de los lugares más silenciosos.
Hay que encontrar paz donde se pueda, Cuca. Un abrazo
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