Honos 217. Los dos espíritus de Balenciaga
La Reflexión
Los dos espíritus de Balenciaga
He comenzado el año leyendo sobre Cristóbal Balenciaga. No tengo muy claro por qué en este momento de mi vida me ha empezado a interesar la alta costura en general y su figura en particular, pero la cosa es que así es. El libro (que me he bebido en dos tardes) se titula El enigma Balenciaga y su autora es María Fernández-Miranda. Es un libro tan amable con el lector como lo es con la figura del modista. Relata distintos momentos de su vida que pudieron ser claves para que aquel niño de un pueblecito vasco se convirtiera en el más grande de todos los tiempos. No deja de sorprender la unanimidad con la que todos sus colegas de profesión, coetáneos o no, sitúan a Balenciaga en el máximo escalón de la excelencia, muy por encima del resto. No creo que tal consenso sea algo que se dé en otras profesiones. Menos aún en aquellas donde el ego del creador es casi tan protagonista como la obra creada.
Explican quienes saben que lo que hacía especial a Balenciaga era su capacidad para escoger el material ideal y a partir de él construir, como el arquitecto construye un edificio o el ingeniero una máquina, el vestido perfecto. Su obsesión por el detalle, la integridad y la perfección es, dicen los que saben, lo que se aprecia cuando uno estudia sus piezas. Cuenta Fernández-Miranda como hay modistas actuales que estudian sus vestidos descosiendo sus forros, sus mangas, sus cuellos… para, en una suerte de ingeniería inversa, descubrir los secretos del maestro.
Blaise Pascal, que también podría ocupar el máximo escalón de la filosofía y la matemática si pudiera darse el mismo consenso que en la moda se tiene con en maestro de Guetaria, apuntó en sus Pensamientos lo que personalmente considero la clave para entender la grandeza de Balenciaga. El filósofo francés, aun siendo uno de los matemáticos y físicos más grandes de la historia, fue alguien que viró su propio punto de vista desde una mirada lógica y analítica del mundo a una más profunda, compleja y sentimental.
En Pensamientos, que más que una obra es una colección de apuntes fragmentarios y dispersos que tenía escritos en el momento de su fallecimiento, explica Pascal la diferencia entre el esprit de géométrie (espíritu de geometría) y el esprit de finesse (espíritu de finura o sutileza). Estos dos espíritus son dos modos distintos de abordar la realidad. Podemos decir que uno, como creador, se enfrenta al mundo con una u otra disposición de espíritu. Si el espíritu de geometría te orienta la mirada hacia un modo lógico, deductivo, cuantitativo, racional…, el espíritu de sutileza te conduce por un camino más sentimental, cualitativo, moral y estético. Ambos espíritus son positivos y rectos —dirá Pascal— y ambos se oponen al espíritu falso que ni es sutil ni geómetra. Lo complejo, lo prodigioso, lo que no suele darse, es que ambos espíritus convivan de manera plena en una persona. Cuando eso sucede, estamos delante de alguien excelente (el que sobresale, el mejor de los suyos) y, por su rareza, de alguien también excepcional (el que se sale de la norma, el que es único en lo suyo). Balenciaga fue alguien así. Cuanto más leo y aprendo sobre él, más comprendo que fue alguien que aunó de manera sublime los dos espíritus pascalianos. Fue geómetra por su capacidad de precisión y edificación de sus vestidos, pero fue también de espíritu sutil por saber seguir sus propias reglas, por saberse capaz desde muy niño, por tener una visión estética y a la vez moral muy consolidada.
Quienes nos dedicamos a esto del diseño (tan alejado del diseño de Balenciaga) solemos adolecer de uno u de otro espíritu. En nuestro trabajo, en nuestra mirada, nos reconocemos como más geómetras o más sutiles y es positivo saber de qué lado cojeamos. Con la experiencia, con el paso de los años, los buenos profesionales aprenden a valorar el espíritu opuesto al suyo. Aprecian lo positivo de su forma, lo beneficioso de su gesto. Con suerte, incluso se dejan impregnar por sus maneras y ademanes, acercándose un poco más a la excelencia, aunque difícilmente lleguen nunca a la excepcionalidad de un Balenciaga o un Pascal.
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Filosofía como ventaja táctica 3ª edición
La Filosofía es un equipaje para el largo plazo que te sitúa en una posición de ventaja frente al impulso inmediato y al pensamiento de atajos.
Recorreremos los conceptos fundamentales de la filosofía para proyectarlos a nuestra cotidianeidad: la belleza, la libertad, la verdad y la persona. Nos haremos preguntas y nos daremos respuestas para ganar calado y atalaya.
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Los enlaces
→ El diseño como hospitalidad
Dice Diego Rodríguez (AKA Arketipo): “El diseño es básicamente hospitalidad puesta en práctica”.
Muy en sintonía con su afirmación.
El bueno de Diego lleva un tiempo explorando un formato de vídeo que me tiene enamorado. Con un formato sencillo y con una claridad iluminadora, Diego trae píldoras sobre su visión del diseño, sobre libros que ha leído, temas sobre los que ha aprendido… Me gusta por lo cercano y amable que se ve el oficio en su discurso. En este pequeño vídeo que comparte en su LinkedIn, nos habla de algo sobre lo que me habéis leído en más de una ocasión: salirnos de la definición del diseño como solucionador de problemas. Me gusta ver el diseño como una relación, como un acordamiento, que diría Vilém Flusser. En ocasiones lo he aproximado a la relación que la enfermería establece en el cuidado de sus pacientes: el alivio y el confort como estadios del diseño.
Diego acerca al diseño a la relación de hospitalidad que se da en las buenas cocinas, en los buenos restaurantes. Ojo, que bueno no significa caro, que uno se siente muchas veces mejor acogido en el bar de abajo de toda la vida que en restaurantes con estrella. Esa hospitalidad se da también en objetos cotidianos como una pluma o unos auriculares (Diego muestra ejemplos maravillosos).
Me gusta mucho la visión de Diego sobre el diseño y lo mucho que aporta al sector. Desde aquí le animo a seguir con estos vídeos.
→ You matter
En tiempos donde parece que la vida de algunos niños y niñas vale menos que las de otros, se hace muy necesario un libro así. Christian Robinson nos muestra en este bello libro ilustrado titulado You Matter que todo el mundo importa: “For anyone who isn’t sure if they matter. You do.”
→ Be late
El reloj de pared que necesito. El reloj de pared para quienes entienden la utilidad de lo inútil. El reloj de pared que provoca urticaria a un protestante suizo. El reloj de pared con más vibras de Paul Rand que puedes encontrar. El reloj de pared que no me trajeron los Reyes Magos.
→ Porsche Design System
Se ve que Porsche tiene un sistema de diseño para sus productos digitales y que va por su V3. Nada del otro mundo, pero es un buen ejemplo de cómo aplicar correctamente el sistema visual de marca a un sistema de diseño y además con pocos fuegos artificiales: a partir de ahora usaré la expresión “más simple que la paleta de colores de Porsche”. Usan Figma y UXPin. A la librería de Figma no puedes acceder, pero sí te puedes descargar su tipografía Porsche Next por si quieres hacerte unas pegatinas para tu KIA. Por otro lado, me han gustado especialmente las recomendaciones sobre los formularios en la sección de patterns.
→ ecbs
Cualquier objeto cotidiano aislado de su contexto se vuelve una pieza de arte. Eso es lo que parece decir este proyecto titulado everything.can.be.scanned. Una mirada atenta a las pequeñas cosas del día a día, a los objetos-compañeros de nuestro habitar cotidiano. Un momento de pausa para observar la belleza de aquellos objetos a los que nunca llamamos bellos.
→ Colores para Tailwind
Dos generadores de paletas de color para Tailwind. El primero es uicolors.app. Es sencillo de usar y muestra ejemplos visuales de cómo quedaría la paleta en algunos componentes habituales como botones u otros más elaborados como un datepicker. El segundo es tint.dev. Es más complejo y permite un mayor grado de ajuste y afinación de colores. Yo me he quedado con el segundo, pero tú decides cuál se ajusta mejor a tus necesidades.
→ Pre-ocuparse
La preocupación, la buena preocupación, la que va de pre-ocuparse y no la que va de bloquearse, es un buen indicativo laboral. Si te pre-ocupas por tu trabajo, por lo que produces y las relaciones que estableces en el entorno laboral en el que te encuentras, es un buen síntoma. Algo así es lo que cuenta Dragan Babic en esta pequeña entrada en su blog y con la que estoy en total sintonía.
Gracias a las más de 180 personas que me apoyáis en Ko-fi. Van 547 cafés y amontillados ¡Me va a dar algo!
El número #217 de Honos ha sido escrito mientras escuchaba:
Ibrahim Maalouf — Dans les forêts de Sibérie (OST)
Se despide con una sonrisa honesta, Máximo, diseñador, aprendiz de newslettero y con ganas de visitar Guetaria a ver si se me pega algo.
¡Salud y diseño!
A mí me gusta mucho el concepto de que el diseño es un lenguaje, un vehículo, una conexión entre un producto y alguien que va a interactuar de alguna forma con él, aunque solo sea observándolo, y el lenguaje como vehículo, moldea el trayecto, los pasajeros y la forma en como se expresan y como perciben el mensaje. Me encanta esta visión del diseño, es de mis favoritas, pero me fascina pasarme por aquí y descubrir otras formas de entanderlo, gracias Máximo por hacérnoslas llegar!
Pregunta desde la ignorancia: el espíritu de geometría y el de sutileza de Pascal ¿se podrían equipara (de lejos) con los conceptos de «apolíneo» y «dionisíaco» de Nietzsche. El caso es que me han resonado un poco al leer tu texto, aunque encuentre algunas diferencias.