La Reflexión
Los objetos y las cosas.
El lenguaje es caprichoso y los hablantes aún lo somos más. Hay términos que en el lenguaje habitual empleamos como sinónimos sin apenas detenernos a pensar en si, en el fondo, tienen el mismo significado o no. Es obvio que el lenguaje es lo que, quienes lo usamos, hacemos con él y que, más allá del uso normativo, minoritario, está el uso real, que es el que realmente importa. Etimología no es significado. Es cierto, aunque también lo es que, excavando en el origen de las palabras, exponemos a la luz, alumbramos, por tanto, un sentido profundo y original de las mismas que nos arroja claridad, nos saca de la sombra, nos asombra. “Recortado correctamente por todos sus lados”. Eso es lo que originariamente significaba el término “preciso”. Ser precisos con el lenguaje es saber recortar el tejido de significados, para que nada falte, para que nada sobre.
Hoy quería detenerme un rato a ser precisos con dos palabras que empleamos sin miramiento. Dos palabras que confundimos sin culpa ni remordimiento alguno. Hoy quería hablar de objetos y de cosas.
Preguntémonos: ¿Una lámpara TMM diseñada por Miguel Milá es un objeto o una cosa?, ¿Es una cosa o un objeto la Citromatic MPZ 2 de Lluelles y Rams?, y ¿el iPhone de Ana Arriola, Jobs y compañía?, ¿objeto o cosa?
El término “cosa” proviene del latín causa, que es la misma palabra que nos dio nuestro vocablo “causa”. La causa es aquello por lo que uno lucha. Un motivo, un asunto que merece la pena ser defendido. De ahí que uno defienda una causa en un juicio, existan las causas nobles y se abanderen las causas. “Objeto”, por otro lado, proviene de obiectus, que es algo que se nos pone delante, enfrente. Es algo que se nos confronta y opone. Los vocablos “objeto”, “obstáculo” y “objeción” comparten mucho más que un prefijo o una raíz. El “objeto” remite a lo que se nos contrapone, aquello que, distinto a nosotros, yace dispuesto a ser manipulado. En cambio, la “cosa” remite a un mundo de relaciones, de causas y efectos en las que me implico. Con la cosa me relaciono, al objeto lo uso. Una cosa es más que un objeto porque implica y carga una historia con ella. Las cosas llevan nuestras huellas y en ellas se ven nuestras vidas. Es por esto que cuando fallece un familiar, los allegados se preguntan qué hacer “con sus cosas”, no con sus objetos. Porque esas cosas están aún cargadas de vida, rebosantes de significado.
Es posible que “la” TMM, “la” Citromatic, “el” iPhone fueran objetos en algún momento. Quizá antes de salir de su caja, antes de perder su cáscara, de mudar su piel. Quizá todo “unboxing” sea una suerte de metamorfosis donde, saliendo de su crisálida de cartón, “el” objeto pasa a ser “una” cosa. Tras esa transformación de “el” a “un”, de “la” a “una”, se muestra la unicidad de la cosa: su condición de ser una. Digo “se muestra” porque, esa condición de ser única, ya estaba en el objeto. De la misma manera que la condición de ser mariposa ya residía en el gusano. La cosa no es “cosa” solo porque nosotros vertamos sobre ella nuestras vivencias, sino porque con ella establecemos una relación. La “cosa” no es un contenedor en el que se vuelca, es un receptor que acoge y, por tanto, actúa causando. Para que la “cosa” reciba tiene que albergar en ella la condición de posibilidad de recibir, de causar.
Cuando escribo de “diseñar el entre”, de “diseñar el filo agudo”, cuando escribo del diseño como diálogo, como relación es, entre otras razones, por esta distinción entre “objeto” y “cosa”, por esta “causalidad” de la “cosa”. En aquello que diseñamos, aunque lo olvidemos con frecuencia, reside su condición de ser cosa. Condición, la cual, dará forma a una relación, será parte de una red, no será un ente aislado, no será algo que se opone, algo que objeta, sino que será cosa causante. Por tanto, nuestros diseños causan porque son cosas, porque son causas. El buen ejercicio de nuestra profesión, nuestra responsabilidad está en que no causen daño o detrimento, que no causen dificultad o contrariedad, que no denoten perplejidad ni conmoción, pesadumbre o aflicción. Nuestra misión, nuestra causa, la causa del diseño responsable es que nuestras cosas causen satisfacción, bienestar, dicha, confort, placer, encanto… Diseñar es crear relaciones causales a ser posible beneficiosas, no es resolver problemas. Ningún diseño resolverá nada. Ningún diseño dejará cerrada ninguna cuestión. Nada se resuelve, todo se relaciona. Así como cada respuesta genera nuevas preguntas, nuevas cuestiones, cada diseño establece nuevas causas, nuevas relaciones, nuevos “entres”.
Los enlaces
→ Commit Mono
Commit Mono es una tipografía diseñada por Eigil Nikolajsen para escritura de código. Parte de la premisa de ser lo más neutra y legible posible, inspirándose mucho en Fira: sin distracciones y con el foco puesto en lo funcional. No es, desde luego, una tipografía con personalidad como si lo puede ser una IBM Plex Mono, por ejemplo, pero es justo eso de lo que quiere huir. Más allá de la tipo, la web tiene detalles muy chulos. Puedes navegar con el teclado y tiene secciones que te explican con detalle la construcción de algunos de sus glifos. Una buena alternativa si estás cansada de tu tipografía mono habitual.
→ Space10
Space10, el espacio de investigación y desarrollo de diseño surgido de las entrañas de IKEA aunque independiente, cierra sus puertas. Nació para durar poco y se quedó 10 años. Ejemplo e inspiración para muchos de nosotros, es una pena que desaparezca. Os dejo con su sección de recursos en su web. Hay templates, handbooks y recursos muy útiles. No sé hasta cuándo estarán accesibles.
→ Curso de Filosofía como ventaja táctica
No puedo estar más feliz e ilusionado con la acogida que ha tenido el curso. Comenzamos en noviembre y a mediados de agosto se agotaron las plazas. Será maravilloso contar con 20 valientes que se adentrarán cada sábado a descubrir lo que la filosofía tiene que decir sobre ideas como la belleza, la libertad, la verdad o la persona. Me hace especial ilusión también que casi conseguimos la paridad en quienes se han matriculado: 9 mujeres y 11 hombres. Además, hay diversidad de edades y profesiones que hacen un grupo plural muy esperanzador.
Si te has quedado con ganas, ya estamos recogiendo interesadas/os para la tercera edición.
Por otro lado, estamos empezando a barajar el hacer una edición en Barcelona. No hay sede del Instituto Tramontana en la Ciudad Condal (por ahora), así que habría que encontrar un espacio afín para ello. Si se os viene a la mente un entorno propicio y con encanto, respondedme al email o mandarme un DM por Twitter o, lo que sea.
→ Dribbble tiene nuevo logo
Dribbble lleva ya con nosotros más de 14 años. Han pasado por numerosas fases y momentos. Durante los primeros años fue el lugar más exclusivo para quienes querían mostrar su trabajo como diseñadores a la comunidad. Su influencia fue tal que el término “dribbbeable” fue tan notorio como “instagrameable” lo ha sido recientemente. Su relevancia fue cayendo con los años y tras varios intentos de recuperación, parecen virar hacia el territorio de la contratación y empleabilidad. El nuevo logo refleja bien la evolución. No es una transformación, sino una actualización que mejora la legibilidad sin perder personalidad. Ojalá les permita volver a ser la comunidad que fueron en sus inicios.
→ Dress_Code, la atípica butaca de Gumdesign
Me ha gustado mucho esta butaca de este estudio italiano propiedad de la diseñadora Laura Fiaschi y el arquitecto Gabriele Pardi. Su idea de una estructura base que se “viste” en función del entorno, que sabe elegir bien cómo estar en cada ocasión, me parece brillante. Es la pura definición de elegancia.
→ Little Alchemy 2
No suelo hablar mucho de juegos. No soy muy jugador, pero este pequeño juego de alquimia llamado LittleAlchemy2 me ha dado un rato divertido con Gala. Consiste en ir mezclando elementos básicos tales como agua, fuego, tierra y aire para ir encontrando elementos nuevos. Entretenido y con una interfaz sencilla y bien resuelta. Aviso que al principio resulta fácil, pero luego se va complicando la cosa.
→ Encuentro con…
… conmigo ;) El día 20 de septiembre, online y con la buena gente de mr. marcel school y su MA2 Creatividad, comunicación y narrativa, charlaremos un ratito sobre pensar a largo plazo, sobre las relaciones que diseñamos, sobre ir más allá de los KPIs, la industria o el mercado. También sobre procesos creativos y cómo abordo el proceso de creación de cada uno de los números de esta humilde newsletter. Si te apuntas, lo pasaremos bien.
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Gracias a las más de 180 personas que me apoyáis en Ko-fi. Van 512 cafés y amontillados ¡Me va a dar algo!
El número #203 de Honos ha sido escrito mientras escuchaba:
La lluvia caer y a mi bloque despertarse
Se despide con una sonrisa honesta, Máximo, diseñador, aprendiz de newslettero y ¡para cosa buena el pollo al ajillo que voy a diseñar hoy!
¡Salud y diseño!
Pues que revelación...siempre he tenido una relación extraña con la
palabra “cosa”. Me parecía un poco vulgar pero por otro lado muy necesaria. Tu explicación me parece espectacular, preciosa...que tranquilidad, que equivocada estaba. Gracias 🤩
Qué vuelta al cole más interesante.
Contigo siempre hay cosas que (re)descubrir.