La Reflexión
Diseñar el entre.
Cuando desde el diseño tratamos el tema del mal, del diseño del mal, lo solemos hacer desde una visión esencialista y objetivista. Abordamos la cuestión poniendo el foco de la reflexión en el objeto diseñado, en aquello que lanzamos al mundo. Nos sentimos responsables (a veces culpables) de aquel producto que hemos ayudado a construir y que ahora está arrojado al uso, puesto en acción. Nos planteamos dudas sobre si el producto x causa un beneficio o un perjuicio para el usuario y. Nuestra duda, esa que nos reconoce y a veces nos carga la conciencia, es sobre la esencia de nuestro objeto diseñado: ¿será bueno lo que he diseñado?, ¿será malo? Nuestros debates (ya clásicos) son sobre si el AK-47 es un buen diseño o no lo es, o sobre si se debe incluir o no en nuestro diseño cierto patrón oscuro. Son debates sobre lo diseñado y sobre el impacto que ello puede tener en quienes lo usen. Es un debate sobre las esencias, pero no sobre las relaciones.
Por alguna razón en el diseño hemos decidido que nuestra misión es la de resolver problemas. Como si se nos hubiera encomendado una misión titánica, nos levantamos cada mañana con la disposición de solucionar problemas cargados con el precepto del funcionalismo ¡No somos artistas! —Nos gritamos frente al espejo— y con la cara lavada, la cabeza fría y las ideas claras diseñamos eficientes y funcionales productos digitales.
Ana Carrasco-Conde estuvo ayer en el Instituto dándonos una clase sobre el Mal. En su clase, y también en su libro “Decir el Mal”, nos recuerda que unos de los mayores diseñadores de la eficacia, de la eficiencia y de la resolución de problemas fueron Himmler, Heydrich y Eichmann: los arquitectos del Holocausto. Resolver un problema no tiene por qué ser algo bueno en sí.
Está claro que ninguno de nosotros estamos en la misión de diseñar el exterminio y genocidio de un pueblo, pero no me negaréis que compartimos con ellos un mismo enfoque metodológico. Seguimos viendo el diseño como la construcción de un objeto o un servicio en pos de la resolución de un problema. Nos hemos desprendido de cualquier afección, emoción o vínculo emocional. El funcionalismo y el diseño sistémico han higienizado cualquier rastro afectivo en el diseño si es que alguna vez lo hubo.
Carrasco-Conde propone en su libro comprender el mal en clave de relaciones, de dinámicas intersubjetivas y no en clave esencialista, objetual o estructural. El mal es un tipo de relación que carece de afecto, de poesía. Quienes trabajan con víctimas de violencia y quienes trabajan en cuidados saben que tanto el bien como el mal son relaciones y no esencias. Quizá tengamos que entender el diseño en clave de relación y no de entes y objetos. Quizá no es resolver problemas, quizá es constituir relaciones afectivas lo que debe ocuparnos.
¿El diseño centrado en el usuario se enfoca en las relaciones? ¿Lo hace acaso el diseño centrado en la tarea? ¿Y el diseño enfocado en el comportamiento? Para mí, ninguno de ellos lo hace. El primero, aunque pone el foco en la experiencia y la usabilidad, dicha experiencia y usabilidad son siempre las de un objeto diseñado, no las de una relación intersubjetiva. El diseño centrado en la tarea, por su parte, se encomienda, casi con anteojeras, a la resolución del problema con un enfoque propositivo y sin tener en cuenta al otro. El diseño del comportamiento, aunque le preocupan las dinámicas, su foco está puesto en la comprensión analítica de las mismas para ser lo más eficaz posible en la resolución del problema.
Ninguno de esos enfoques busca algo distinto que la resolución de un problema. Ninguno se hace cargo de las relaciones afectivas. El mal y el bien no son algo que aparezcan sin más, sino que son el resultado de las relaciones entre personas. Si el diseño no se hace cargo de las relaciones, si seguimos pensando que esas relaciones son un efecto secundario que simplemente se da de manera ajena a nuestra actividad, si seguimos enfocados en la resolución de problemas sin prestar atención a que somos seres sociales necesitados de vínculos y afectos, que las relaciones entre personas y las relaciones con el entorno son lo que realmente nos constituye; seguiremos perdidos en la eficiencia, la eficacia, lo sistémico, lo higiénico, lo agnóstico, lo ordenado… un diseño apático carente de toda emoción, sensibilidad o simpatía. Un diseño que no ve al otro. Un diseño que solo ve, o su tarea, o su usuario, pero no más allá.
Necesitamos un diseño que nos relacione desde lo afectivo, no desde la funcionalidad. Un diseño que no se quede exclusivamente en el alivio del síntoma, en la solución del problema, sino que, como decía Kolcaba en su “Teoría del confort” se haga también cargo de la tranquilidad y de la trascendencia. Un diseño que no se centre en el qué o en el quién, sino en el entre. Porque es ahí en el “entre”, como dice Carrasco-Conde, dónde nos constituimos y dónde se constituyen el mal y también el bien.
Nº 151 publicado gracias a Comuniza
Comuniza es una agencia de branding que ha conseguido el prestigio y reconocimiento nacional e internacional sin que por ello se haya alejado de la comunidad de profesionales o haya perdido su cercanía y buen hacer en los negocios.
El día 23 de marzo organizan un evento online sobre Business experience para conectar mejor personas y marcas. En Comuniza, conectan negocio y significado. Eso es Business experience: una mirada integral que transforma cómo se relacionan marcas y personas.
Inconsistencia, aburrimiento, irrelevancia. Desincronización, rigidez, caos. Conectar marcas con personas es más difícil que nunca. Da igual si eres un consumidor en el lineal de un supermercado o un candidato en un proceso de selección profesional. Tres de cada cuatro marcas podría desaparecer sin importarnos. Si gestionas una marca, esto debería importante.
Desconectar negocios y experiencia ha sido un error. Las soluciones parciales no funcionan. La respuesta de Comuniza es trascender el branding con un nuevo enfoque: Business experience. El motor que orienta tus decisiones nace de los significados. De cada experiencia. De anticiparse, de sorprender, de resolver. Por eso aportamos información y criterios cualitativos y cuantitativos para la toma de decisiones y para la innovación.
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Los Enlaces
→ Después de lo nuevo
El hábito lleva a la costumbre, la costumbre lleva a la excelencia. Es ese un camino que comparten filósofos como son Josep Maria Esquirol y Javier Gomá (seguro discreparán en muchas otras cosas, pero en eso seguro no). Ese mismo camino es por el que pasea Toni Segarra en este texto para La Vanguardia. Un camino que no tiene como meta la novedad, lo excéntrico, sino la defensa de lo originario, que no del ser original: es sencillo ser el mejor en algo que tú inventas, lo difícil es ser, ya no mejor, sino bueno, en algo que se lleva haciendo siempre.
Nota: es una pena que para disfrutar de un texto como el de Segarra haya que hacerlo en un lugar diseñado para la incomodidad. No deja de ser irónico que para leer un texto del mejor publicista haya que hacerlo esquivando anuncios, apartando banners.
→ FIDO
Gracias a Alicia Blázquez descubro FIDO (Feminism in Design Office) una alianza entre mujeres y el sector del diseño. Un espacio destinado a ser una red de apoyo, conocimiento y aprendizaje en el desarrollo profesional. Un espacio que no está dirigido para mujeres, sino que piensa el feminismo como una herramienta transformadora de equidad, accesibilidad e inclusión abierta a todas y todos.
Muchísimo contenido: escritos, entrevistas, portfolios, ofertas laborales, recursos… un lugar positivo donde perderse y aprender.
→ Paternalismo libertario
Lanza Biko Labs, el estudio de Biko, una guía interactiva sobre diseño del comportamiento. Os gustará si queréis descubrir o profundizar sobre cómo funciona nuestra atención en un contexto de toma de decisiones. Me gusta que haya quienes estén haciendo difusión y divulgación sobre esto porque, más allá de que yo pueda estar de acuerdo o no con algunas de las maneras o posiciones que se presentan, la propia reflexión sobre la cuestión ya enriquece la conversación en torno al diseño y lo diseñado.
Si en la Honos 148 os recomendaba oírles hablar en el podcast de Realworld, ahora hago lo propio con esta guía tan elaborada que nos traen.
→ Auto Layout con vitaminas
Este plugin de Mr. Biscuit para Figma le da al panel de Autolayout un extra de vitaminas. Si eres un enfermo/a de usar auto layout para todo, seguro que te has enfrentado al problema de no poder hacerlo todo en un mismo panel y tener que lidiar con distintos menús. Pues bien, este plugin pone fin a eso. No solo lo pone más intuitivo todo, sino que lo agrupa todo, de manera que la experiencia es mucho más cómoda y usable. ¿Qué así es como debería venir por defecto y no tener que utilizar un plugin (que encima no es gratuito)? Sí, ¿qué hay veces que hay que pasar por el aro y de paso apoyar desarrollos independientes? Pues también.
→ UXBS
No me explico cómo he tardado tanto en descubrir este podcast. Quizá todes lo conocéis, pero quizá no. UXBS es el podcast de Cristobal Lemoine que, desde Buenos Aires, entrevista a profesionales del sector de la experiencia de usuario, interacción, diseño de producto, investigación… vamos, nuestro rollo :) Son episodios relativamente cortos y dinámicos. Muy recomendable.
Nota: la intro musical de la cabecera me desconcierta y no la entiendo muy bien, la verdad. Quizá me esté perdiendo algo.
→ Diseño centrado en la tarea
Se escribe mucho sobre el diseño centrado en el usuario, por eso se agradece que haya quien dedique tiempo y espacio a escribir sobre otras “maneras” de enfocar el diseño. Si habéis leído la reflexión ya sabéis de qué pie cojeo, pero no por eso creo que haya que seguir estudiando y profundizando en distintas “maneras de hacer”.
Azur González reflexiona con acierto y escribe en su blog esta entrada dedicada al diseño centrado en la tarea.
→ Logos en piedra
Marcar, designar, es lo que hace un signo, un logo. Algo tan viejo como la piedra. Me lo he pasado en grande viendo esta recopilación de marcas de canteros que se pueden ver en algunos monumentos nacionales ¡Esto sí que son marcas perdurables y no las de ahora!
Si has llegado hasta el final y te ha gustado esta edición, me harías muy feliz compartiéndola y dándola a conocer.
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Se despide con una sonrisa honesta, Máximo, diseñador, aprendiz de newslettero y en la búsqueda de un “entre” que diseñar.
¡Salud y diseño!
En número #151 de Honos ha sido escrito mientras escuchaba:
La banda sonora de Arrival. Pura emoción escrita por alguien a quien seguramente le hubiera venido bien tener mejores relaciones y más afecto.
Tu reflexión y el tema del mal me ha resonado mucho, y coincide con que estoy leyendo «El efecto Lucifer», del psicólogo Philip Zimbardo (el responsable del fallido experimento de la cárcel de Stanford). Él establece una responsabilidad colectiva en la aparición del mal, y no es tanto que haya «manzanas podridas» que corrompen sino que el propio contexto y el entorno social en el que se establecen relaciones es el que genera esa corrupción.
Tal vez va en la línea de lo que dices: el hecho de dar prioridad a vernos como profesionales que «solucionan problemas», que crean procesos más óptimos, que ejecutan con precisión... Basar el valor de nuestro trabajo en la eficiencia nos ha podido «insensibilizar» un poco en nuestra profesión (¿una consecuencia de la «profesionalización»?). Esto, en sí mismo, creo que solo es un problema cuando lo ponemos en el centro de nuestro trabajo, cuando nos autodefinimos desde LO QUE hacemos en lugar de posicionarnos en PARA QUIÉN lo hacemos (no de palabra, sino de convicción).
No sé si será por la Psicología pero siempre he considerado fundamental la dimensión emocional de los productos y servicios que diseñamos, y procuro ser consciente para no perder esa «sensibilidad». Si no hacemos que las personas se sientan bien (o mejor) con lo que diseñamos, si no ayudamos a crear o fortalecer nuestros vínculos humanos, creo que perdemos buena parte de lo que hemos venido a hacer aquí.
Muchas gracias por este nuevo Honos, amigo Máximo.