La Reflexión
Lo que significa un corazón.
¿Piensas que este emoji ❤️ significa lo mismo que este otro 🫶?
Lo pregunté el otro día en Twitter y hubo respuestas con mucha enjundia. La mayoría de quienes respondieron dijeron que no: ambos emojis significan cosas distintas. Hay quien ponía el foco de la distinción en el contexto, hay quien lo hacía en la propia intencionalidad y quien lo hacía remitiéndose a la propia naturaleza formal entre lo que es un icono de corazón y lo que son unas manos formando un icono de corazón. Aunque seguramente todos tengan razón, yo voy a defender hoy la tesis contraria. La tesis de que esos dos emojis significan lo mismo. Además, para que no sientas que has estado perdiendo el tiempo leyendo sobre emojis de corazones, al final de la reflexión intentaré aterrizar todo esto en algo práctico. Vamos a ello.
La clave de la pregunta que formulaba el otro día y que repito ahora no está tanto en los emojis como en el verbo “significar”: ¿Qué significa “significar”? Para la RAE, “significar” es “Ser [una cosa] signo, representación o indicio de otra.” Esto es: la clave en la significación no está tanto en lo que se es o la forma que se tiene, sino en aquello que se representa o se indica.
La propia RAE pone un ejemplo que lo explica bien: "la presencia de humo en un lugar significa fuego". Es decir, la presencia de humo no significa “humo”, sino que significa “fuego”. Lo crucial aquí no es la forma del humo o lo que el humo sea, sino lo que el humo representa, significa. Lo que sea el humo es tan poco relevante que puede sustituirse por otro elemento que también signifique “fuego” y tenga forma completamente distinta. Por ejemplo, el sonido de una sirena de bomberos también significa “fuego”, un triángulo equilátero apuntando hacia arriba también significa fuego, o este cuadro de Prometeo también significa “fuego”.
En el caso del emoji de corazón y el emoji de manos formando un corazón sucede lo mismo. Ambos emojis significan lo mismo, aunque tengan formas distintas o uno apele a un icono y el otro a un gesto. Nótese además que el emoji de “manos formando un corazón” es un emoji que remite a un gesto, que a su vez remite a la misma forma de corazón a la cual remite el emoji de corazón. Parece un trabalenguas, pero no lo es. El gesto que hacemos con las manos para formar un corazón es un desplazamiento o traslación de la forma de corazón original. Del mismo modo, el emoji de manos formando un corazón es una traslación o desplazamiento del propio gesto.
Pero entonces, si esos dos emojis significan lo mismo, si el humo, la sirena y el cuadro significan lo mismo, ¿qué es lo que es diferente en ellos? La diferencia no está en lo que significan, sino en lo que comunican. Elementos que significan lo mismo pueden comunicar mensajes distintos. Incluso algo puede significar algo, pero no comunicar nada relativo a su significado. Me explico.
Pongamos el cuadro de Prometeo como ejemplo. Dicho cuadro significa, entre otras cosas, “fuego”. Dicho significado es debido a la mitología del propio Prometeo. La imagen de este titán significa “fuego” y no “agua”, pero se puede dar el caso de que tú desconozcas eso. Entonces, el significado “fuego” no se te da cuando contemplas el cuadro de Prometeo. Esto es, no se te comunica. El significado está, pero a ti no te llega. Significar y comunicar no son lo mismo. Todo significa, pero no todo comunica.
Sería complicado encontrar a alguien para quien el emoji de corazón no comunicara su significado. Bastante más sencillo es dar con alguien para quien el emoji de manos formando un corazón no comunique nada, o que lo que comunique no sea lo mismo que el icono de corazón. Es lo que sucede en la mayoría de las respuestas al tweet. Cosa distinta es que nos pongamos de acuerdo en qué significan estos emojis o el propio icono de corazón1.
Pero bueno, os he prometido bajar esto a lo práctico así que vayamos a ello:
¿Es útil esta diferencia entre significar y comunicar? Yo pienso que sí. Entender esta distinción puede ayudarnos a ser mejores diseñadores. Pondré un ejemplo pegado al branding, pero podríamos ejemplificarlo con el diseño de interfaces o el de experiencia de usuario.
Un problema común de las marcas actuales es mantener una identidad estable y coherente a la vez que tienen que mostrarse en contextos muy diferentes. Un marca puede tener la necesidad de impactar en canales físicos como un escaparate y a la vez, la necesidad de impactar en cinco redes sociales digitales cada una de ellas con contextos distintos. ¿Cómo mantener la identidad a la vez que nos adaptamos al medio? Comprender la diferencia entre significar y comunicar es clave para ello. Una marca tiene que comunicar mensajes distintos en función de canales distintos, pero siempre ha de significar lo mismo. Una marca significa lo que su idea de marca signifique. Bien sea “felicidad”, bien sea “conducir”, bien sea “silencio”… (seguro que ante esas ideas te vienen marcas a la cabeza), tiene que ser constante en significar eso siempre aunque lo comunique de maneras distintas.
Aunque podríamos profundizar sobre si vivimos tiempos en que los significados son más líquidos que en épocas anteriores, menos sólidos y por tanto más mutables, voy a dejarlo en el aire que no quiero que se alarge demasiado este número y tu café de domingo. Quizá otro día podemos reflexionar sobre qué significan y qué comunican los emojis de berenjena y melocotón ;)
Nº 171 publicado gracias al Programa de Filosofía como ventaja táctica.
La filosofía no busca coleccionar lo útil, sino atesorar lo valioso. Su tiempo es casi geológico y opera al margen del ritmo supersónico de la actualidad.
Estudiar filosofía es subir una colina desde la que mirar el largo plazo. Alcanzar un mirador que te dota de perspectiva con la que afrontar serenamente preguntas sobre “¿qué estoy haciendo?”, “¿por qué lo estoy haciendo?”, “¿debería hacerlo?”…
La filosofía, a lo largo de su historia, ha creado e influido sobre conceptos que usamos a diario en nuestros trabajos: conceptos como el de belleza, persona, producto, experiencia, calidad, bueno/malo… son las materias con las que la filosofía cocina sus platos. Conocer la génesis y el sentido de esos conceptos nos hace mejores profesionales.
Desde finales de enero y hasta principios de marzo, en Madrid, en la sede del Instituto Tramontana, tendrá lugar el Programa de Filosofía como ventaja táctica. Un programa orientado a recorrer aquellos conceptos fundamentales, originales y radicales de la filosofía de la mano de las grandes mentes del pasado y también de eminentes referentes del presente. Un curso ideado para quienes ponen su alma en crear, construir y dirigir productos y servicios en el sector digital.
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Los enlaces
→ De servicio a producto
¿Puede una empresa de servicios pasar a convertirse en una empresa de producto(s)? Sucede que con el tiempo a toda agencia o estudio de servicios digitales le brota la necesidad de querer crear un producto propio. El negocio de vender hombre/hora es duro y como siempre parece que el césped del vecino es más verde que el tuyo, piensan que el negocio de escalar un producto digital será más rentable. Pocas, muy pocas veces sale bien.
A una empresa que le está yendo muy bien con el cambio es a Kaleidos. En este capítulo de Diseño y Diáspora, Andrés González, Product Owner de Penpot, cuenta la experiencia de transformar una empresa de servicios a una de producto y qué aporta el diseño y quienes diseñan en esa transformación. Además, da claves interesantes sobre el momento dulce que está viviendo Penpot. Muy interesante.
→ Mitos de la tipografía web
Estupenda charla de Elena Ramírez (Ashler) donde en menos de 20 minutos apunta claves importantes que tener en cuenta a la hora de sacarle todo el partido a la tipografía web siendo frontend. La charla se da en el contexto del evento Granshan de este mismo año. El resto de charlas son también muy interesantes.
→ Braun font
Hablando de tipografía, Braun tiene nueva tipografía corporativa. Se llama Braun Linear y viene de la mano de uno de mis diseñadores de iconografía favoritos, Stefan Dziallas, más conocido como Iconwerk. Stefan ha hecho set de iconos para todas las grandes marcas. Su portfolio es impresionante. En esta ocasión y junto a Ludwig Übele y Nina Sagra, así como el propio estudio de diseño de Braun, presenta la que será la tipografía que use la icónica marca en sustitución de Neue Helvetica.
Tengo sentimientos encontrados, no tanto con la sustitución, sino con el resultado final de esta Braun Linear. En los tiempos que corren, es habitual ya desprenderse de la carga que supone tener que estar bajo la licencia de una tipografía como Neue Helvetica. El coste se debe medir en millones para Braun. Cambiar eso me parece lógico, pero creo que el resultado no está a la altura.
Braun Linear me parece una tipografía que, en el intento de rescatar elementos formales del propio logotipo de Braun, se ve arrastrada a algo que parece un conjunto de letras más que a un sistema coherente y cohesionado. Lo difícil en tipografía no es hacer letras, sino hacer un sistema. Eso es algo compartido con el trabajo de hacer un sistema de iconos y por eso mismo me sorprende tanto en este caso, ya que Stefan es experto en eso.
Tomar esa decisión en la “u” puede tener sentido, pero si no solucionas de igual manera la “n”, parece descompensada. La solución de “J” o “t” parecen interesantes, pero deberían tener implicaciones en “y”. La explicación del racetrack está cogida por los pelos y, en general, creo que toda la tipografía adolece de un mal espaciado.
Quizá todo esto se solucione poco a poco y vayan haciendo ajustes en futuras versiones, pero la verdad es que me ha decepcionado bastante viniendo de la mano de alguien a quien admiro tanto desde hace tantos años.
→ Street design manual for Oslo
Yo me inicié en diseño haciendo señalética y eso provocó que tenga una pequeña obsesión con los manuales de urbanismo de las ciudades. El bueno de Aitor, uno de mis dealers de contenido interesante para esta newsletter, me comparte este maravilloso manual de la ciudad de Oslo.
Toda comparación con cualquier ciudad española sería injusto, así que mejor ni intentarlo. Lo interesante, para mí, es comprender cómo hay soluciones que no dependen necesariamente de tener un presupuesto como el de Oslo, sino de tener la mirada puesta en el bienestar ciudadano. Algunas soluciones, como los giros en las intersecciones de los carriles bicis o el sistema de arbolado en las aceras, son ejemplos que deberían ser estándares.
→ Diseño y nostalgia
Para bien o para mal, la nostalgia es uno de los motores de nuestro tiempo. Yo soy de los que piensa que la vía de nostalgia nos ha traído más mal que bien. Yo siempre fui más de los melancólicos que de los nostálgicos, pero eso es para otra Honos. Más allá de mi visión personal, es cierto que la nostalgia está siendo una palanca en la que el diseño, y no solo el diseño, se está apoyando. Patrick Altair, uno de los diseñadores web que más expresión y dinamismo aportan, escribe una reflexión sobre el uso de la nostalgia en el diseño web.
¿Puede tener el diseño web historia suficiente como para tener nostalgia de su pasado? En una época en que los cambios se producen tan rápido, donde los tiempos se acortan tanto, da la sensación de que la distancia comprendida entre el tiempo presente y el tiempo del que se tiene nostalgia tiende a 0 ¿Llegaremos a tener nostalgia del propio presente?
→ Grabado en piedra
Gracias a Marisa Marín descubro la obra artística de Win Delvoye. Sus trabajos a principio de los dos mil me han dejado con la boca abierta. En su obra se produce un choque de expectativas brutal. Incluso no siendo una ejecución real, el mero hecho de ver grabado en piedra (y en esas dimensiones) el típico mensaje de post-it que uno pone en la nevera de casa, es desconcertante. Una de las sensaciones que más disfruto de contemplar arte es la de sentirme desconcertado, desubicado e incómodo. Delvoye lo consigue.
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En número #171 de Honos ha sido escrito mientras escuchaba:
Nada. Hoy la he escrito en silencio.
Se despide con una sonrisa honesta, Máximo, diseñador, aprendiz de newslettero y la Honos de la semana pasada no salió porque demasiados “media combinación”. Sepan perdonarme.
¡Salud y diseño!
Tengamos en cuenta que el icono de corazón no ha significado siempre lo que significa ahora. De hecho su historia es bastante curiosa. La primeras representaciones de lo que ahora reconocemos como la forma de un corazón ni siquiera hacían referencia a un corazón, sino a una planta hoy día extinta llamada Silfio. Dicha planta se usaba con fines medicinales y supuso una fuente considerable de riqueza para la antigua ciudad estado de Cirene en la antigua Grecia. Tanto es así que esa forma se grababa en algunas monedas. ¿Qué tenía de especial esa planta? Pues que se usaba como método anticonceptivo y abortivo. Sí, amigos, el significado entonces de esa forma que hoy significa amor era otro muy distinto. Esa forma significaba “anticonceptivo”, “aborto”, de ahí a “sexo”, y de ahí luego, gracias al catolicismo y al Sagrado corazón de Jesús a “amor”. Finalmente Milton Glaser remató la jugada.
Hola. Muy interesante.