Las palabras importan. Las palabras no son etiquetas que le colgamos a las cosas. No son reflejos de nada. No son imágenes de lo real. Las palabras son herramientas. Es la finalidad, la intención, la voluntad con la que se use la palabra, la que hace de ella un instrumento. Los instrumentos importan. Un músico, cuando hace música, la hace más allá del instrumento. La música está, por así decirlo, por debajo de lo material y concreto del instrumento. Pero el instrumento importa. No suena igual un instrumento que otro. No transmite lo mismo un instrumento que otro. El instrumento, como la herramienta, importa. El diseño se ve intrínsecamente alterado por la herramienta que lo diseña, del mismo modo que la música se altera en función del instrumento que la haga sonar. La forma del arado da forma al surco: distinto arado, distinto surco. La forma de la gubia da forma al grabado: distinta gubia, distinto grabado.
Leyéndote, parece que llevamos en paralelo las ideas que van ocupando nuestra cabeza, Máximo. No me ha podido resonar más este número de Honos.
Un abrazo grande
Siempre es un placer cuando sintonizamos, Iván.
Otro abrazo de vuelta.