Cuando al reunirte con un amigo los dos sois sinceros y sin aspavientos. Cuando eliges un plato de la carta y sabe justo como imaginabas que lo haría. Cuando la cerveza está bien tirada y fría. Cuando descubres a un poeta lejano y muerto, pero sus versos resuenan muy vivos y cercanos a ti. Cuando aprendes algo. Cuando enseñas algo. Cuando no estás de acuerdo con ella, pero aquello te dejó la noche en vela. Cuando tu hija hace mejor que tú algo que tú le enseñaste. Cuando pecas doblando la esquina de la hoja del libro porque sabes que ahí hay algo para ti, aunque aún no sepas qué. Cuando llueve fuera. Cuando estás solo porque quieres. Cuando sin querer ríes con ganas. Cuando tus convicciones, tus filias y certidumbres se tambalean porque la viste arquear una ceja. Cuando eres frágil y no te molesta. Cuando sabes que Ronnie se va a limpiar la mesa combinando con negra. Cuando recuerdas el sabor de aquella hamburguesa de puesto ambulante a la salida de aquel concierto. Cuando ser necesario te importa más que ser feliz. Cuando ves el tono perfecto de cielo nocturno. Cuando miras de noche al mar desde la arena aún caliente y recuerdas las palabras de Pla: “
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Honos 155. Partidario del nocturno completo.
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Cuando al reunirte con un amigo los dos sois sinceros y sin aspavientos. Cuando eliges un plato de la carta y sabe justo como imaginabas que lo haría. Cuando la cerveza está bien tirada y fría. Cuando descubres a un poeta lejano y muerto, pero sus versos resuenan muy vivos y cercanos a ti. Cuando aprendes algo. Cuando enseñas algo. Cuando no estás de acuerdo con ella, pero aquello te dejó la noche en vela. Cuando tu hija hace mejor que tú algo que tú le enseñaste. Cuando pecas doblando la esquina de la hoja del libro porque sabes que ahí hay algo para ti, aunque aún no sepas qué. Cuando llueve fuera. Cuando estás solo porque quieres. Cuando sin querer ríes con ganas. Cuando tus convicciones, tus filias y certidumbres se tambalean porque la viste arquear una ceja. Cuando eres frágil y no te molesta. Cuando sabes que Ronnie se va a limpiar la mesa combinando con negra. Cuando recuerdas el sabor de aquella hamburguesa de puesto ambulante a la salida de aquel concierto. Cuando ser necesario te importa más que ser feliz. Cuando ves el tono perfecto de cielo nocturno. Cuando miras de noche al mar desde la arena aún caliente y recuerdas las palabras de Pla: “