Honos 239. Siete pasos para un diseño relacional.
Escuchar, conceptualizar, sistematizar, probar, construir, hacer comprender, iterar y conservar.
La Reflexión
Siete pasos para un diseño relacional.
Escribo mucho por aquí sobre el diseño como relación, sobre la importancia de la vivencia dentro del diseño, sobre no apostar por un diseño que solo resuelva problemas. Quienes leéis Honos habitualmente, sabéis a qué me refiero. Hace un par de semanas, tras la grabación del pódcast con el bueno de Jaime Rodríguez de Santiago en el Instituto Tramontana, mientras tomábamos unas copas de ese maravilloso blanco de Cádiz que es Terralba, una invitada me animó a que allí concretara y detallara cómo podía aplicarse ese tipo de diseño del que había hablado, ese diseño relacional. Le respondí que me parecía una excelente idea, pero que tras dos copas, quizá no era mi momento más lúcido y le prometí una Honos sobre ello.
Lo que sigue no tiene mayor intención que la de ser un marco de trabajo personal en fase de desarrollo continuo. No pretende ser algo concluido. Es más bien un punto de partida sobre el que ir afinando. Aun así me gustaría compartirlo con vosotros.
Este método de diseño se basa en la creación de una relación continua y significativa entre quien diseña, quien usa el diseño, quien se ve afectado por el mismo y el entorno de todos ellos. A través de siete pasos, busca no solo resolver lo táctico, sino también establecer conexiones profundas que se mantengan a lo largo del tiempo, es decir, lo estratégico. Su intención profunda es poder diseñar aquello que Martin Buber llamaba el “entre”. Desde la escucha profunda hasta la evolución constante del diseño, su ánimo es el de crear soluciones que no solo funcionen, sino que también resuenen emocionalmente con las personas. Cada etapa del proceso está pensada para que el diseño crezca y se refine, mientras se conserva lo que realmente importa: la conexión humana y las vivencias de quienes se ven interpelados por el diseño resultante.
Siete pasos para un diseño relacional:
Escuchar: Todo diseño comienza con una relación de escucha atenta. Este primer paso va más allá de recolectar datos; es un proceso en el que se establece una conexión genuina con las personas involucradas. Escuchar es atender a sus puntos de vista, comprender sus historias, emociones y expectativas, abriendo un espacio de confianza en el que los deseos y necesidades reales puedan salir a la luz. Esta relación inicial sienta las bases para un diseño que responda de manera auténtica y significativa.
Conceptualizar: Con lo aprendido, el diseño empieza a tomar forma. Conceptualizar es traducir las emociones y necesidades captadas en un marco de ideas y soluciones. En este paso, la relación entre lo escuchado y lo imaginado se vuelve central: las ideas no solo surgen de la creatividad, sino de un diálogo constante con las personas para quienes se diseña, que son muchas más que quienes usarán los diseños. El concepto debe resonar con ellas, reflejando lo que buscan y lo que podrían no haber sabido que necesitaban. En esta fase importa tanto el formar soluciones como el formarlas con responsabilidad.
Sistematizar: Aquí es donde el diseño comienza a estructurarse. Sistematizar implica organizar las ideas de una forma clara y funcional, para que el proyecto avance con coherencia y dirección. Este proceso de organización no se trata solo de eficiencia técnica, sino también de fortalecer la relación entre las partes involucradas, asegurando que el diseño mantenga su propósito y esencia mientras se define cómo se implementará. Cada parte del sistema debe reflejar una comprensión profunda de los valores y necesidades compartidas.
Probar: Es el momento de poner a prueba esa relación entre lo diseñado y quienes interactuarán con él. Más que un test frío, es un proceso de vivenciar el diseño en acción, viendo cómo responde en la realidad y cómo las personas se conectan con él. Este paso permite ajustar detalles y asegurarse de que el diseño esté alineado no solo con lo funcional, sino con la vivencia que busca generar. Aquí se profundiza la relación, observando y ajustando para que el resultado final tenga el efecto deseado.
Construir: Tras haber ajustado el diseño, es el momento de hacerlo realidad. Tradicionalmente, construir implica materializar la relación entre las ideas y el mundo físico, convirtiendo lo conceptualizado en algo tangible. Nuestro construir aspira también a construir lo emocional y no solo lo material. En este proceso, el diseño se convierte en un puente entre lo que fue escuchado y lo que ahora puede ser vivido. La construcción no solo es técnica, sino una expresión de la relación entre lo que se imaginó y lo que ahora se comparte con los demás.
Hacer comprender: El paso final es asegurar que el diseño sea comprendido y adoptado. Hacer comprender va mucho más allá de explicar. La ciencia busca explicar, la filosofía busca comprender. Hacer comprender significa facilitar que las personas se relacionen con lo que se ha creado, que lo hagan suyo y lo integren en sus vidas. Esto no se trata solo de mostrar cómo funciona, sino de establecer una relación duradera entre el diseño y sus usuarios, guiándolos a través de una experiencia que les permita entender su valor y utilizarlo plenamente.
Iterar y conservar: Ningún diseño es estático; evoluciona con el tiempo. Iterar implica revisar el diseño con el paso de los meses o años, adaptándolo a nuevos contextos o necesidades. Sin embargo, también es importante conservar lo que ha funcionado, lo que ha conectado profundamente con las personas. Decía Kurt Vonnegut que uno de los defectos del carácter humano es que todo el mundo quiere construir y nadie quiere hacer mantenimiento. Este paso final asegura que el diseño siga siendo relevante y funcional a largo plazo, manteniendo viva la relación entre el diseño y sus usuarios. Es un ciclo de mejora continua, donde el aprendizaje se aplica para refinar y preservar lo esencial.
Como os decía, no es algo cerrado ni mucho menos. Tan solo una base. Digamos que el diseño de este método está aún en fase de Escucha y aún le queda mucho camino por recorrer.
Los enlaces: algunas herramientas, lecturas o recursos que he ido descubriendo y probando estas semanas y que creo que os pueden ser de utilidad.
→ Tinta invisible
Regalaos algo bonito descubriendo el pódcast “Grandes Infelices” de Javier Peña y su próximo libro titulado “Tinta invisible”. Os animo a que escuchéis este capítulo especial. Si amáis la literatura, amaréis este pódcast.
→ Are You Solving Problems That Don’t Exist?
Mi amiga Marisa Marín me enseñó que si uno pule mucho una mierda tendrá una mierda muy brillante, pero no dejará de ser una mierda. Este artículo habla de algo similar. A veces nos empeñamos en resolver problemas que no existen partiendo de modelos mentales erróneos. Dejemos de crear soluciones en busca de problemas y empecemos a diseñar relaciones valiosas, por favor.
→ Departure Mono
Departure Mono es una tipo monoespaciada inspirada en las limitaciones de las primeras interfaces de línea de comandos y gráficas, las pequeñas pixelfonts lo-fi de finales de los años 90 y principios de los 2000, así como en conceptos de ciencia ficción de películas y televisión. Vamos, la típica tipografía molona que nos gusta a todos. Está creada por Helena Zhang, quien ha sido directora de diseño en Medium y ha trabajado en Waze y Paypal (casi na). La tipo, además, es gratuita.
→ Quienes diseñan en una startup
¿Somos de una pasta especial quienes diseñamos en una startup? No lo sé, pero Paul Stamatiou piensa que sí y deja algúna perla sobre ello en esta entrada de su blog.
→ Google fonts no mola
No entiendo por qué no se está hablando más de esto. Quizá se ha hablado y me lo he perdido, no sé. Google fonts actualiza su versión de Inter y millones de webs, productos digitales y proyectos en Figma que usaban esta tipografía se rompen. Oliver Schöndorfer lo cuenta (como siempre) de manera excelente. A mí me ha dejado temblando, la verdad.
Ya somos más de 6500 y 9 susbscritores de pago. Si te está gustando y quieres contribuir para que pueda seguir escribiendo, puedes actualizar tu plan de suscripción.
Gracias a las más de 190 personas que me apoyáis en Ko-fi. Me habéis invitado ya a 596 cafés y amontillados ¡Me va a dar algo!
El número #239 de Honos ha sido escrito mientras escuchaba:
He vuelto a Max Richter y a la BSO de The Leftlovers
Se despide con una sonrisa honesta, Máximo, diseñador, aprendiz de newslettero y se vienen cambios muy movidos en mi vida. Os iré contando.
¡Salud y diseño!
Me parece muy lúcido tu 'heptàlogo'. Esencia y simplicidad. Enhorabuena Máximo.
Haces un ejercicio de filosofía que puedes aplicar como buenas prácticas para empresas o proyectos que quieran aplicar esta mentalidad relacional más allá del diseño.
Como tú citas 'la ciencia busca explicar, la filosofía busca comprender'.
Una de las perlas que me guardo:
Todo el mundo quiere construir y nadie quiere hacer mantenimiento.
Un abrazo